Este verano hemos compartido comarca con muchos citadinos que, tal vez huyendo del bicho o buscando un mejor confinamiento, han tenido que hacer cola en los establecimientos. Por ejemplo, en la panadería de verdad:
Pero
problemente no sepan que sus abuelos o sus padres, pioneros en esto del turismo…
… allá por
el tiempo blanquinegro del franquismo pudieron ver todo el proceso del pan,
desde la siega…
… en la que
participaba toda la familia por si venía el “nublao”…,
… el
gavillado manual…
… el
transporte de las mieses hasta la era…
… la
preparación de la parva (con fiesta infantil incluida) …
… el “surfeo”
familiar de la trilla bajo un sol de justicia…
… esperando
que el viento permita la separación del grano y la paja…
… el cribado
final del trigo….
… para su
traslado al molino…
…y seguir el
proceso de molienda y amasado hasta el horno de leña…
… con el mismo resultado que hoy podemos degustar en
las panaderías de verdad (gracias panadería Marina por vuestro trabajo, sobre
todo en estos tiempos “pandemiales”.)
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